En 1976, en la Parroquia Virgen Madre de Nueva Andalucía, el entonces párroco D. Manuel Torres Rubio, ante la ausencia de Hermandad y trono, procesionaba el Cristo del Perdón en los días sagrados de la Pasión. Un grupo de fieles unidos en la fe y la devoción se acercó a D. Manuel con entusiasmo para organizar la Hermandad, construir un trono para el Cristo y establecer una Junta de Gobierno.
En 1987 se fundó la Hermandad del Santísimo Cristo del Perdón y Nuestra Señora del Dolor y de la Esperanza con los estatutos aprobados por el obispado y un escudo propio. Bajo el liderazgo de D. Manuel Álvarez Benítez como primer Hermano Mayor la Hermandad comenzó a crecer, manifestando su devoción acompañando al Cristo y adquiriendo la imagen de la Virgen del Dolor y la Esperanza desde Sevilla. Con esfuerzo comunitario se financiaron trajes y un trono para la Virgen, además de organizar una banda de música juvenil dirigida por Manolo Álvarez.
El proyecto de la Casa Hermandad tomó años en completarse. Mientras, los tronos se usaban desde el Templo Parroquial para las procesiones destacando la entrada y salida por su arco. La construcción de un local y la Plaza de la Iglesia se sumaron a las obras, culminando con el encargo de un Manto bordado en oro para la Virgen a las Hermanas Carmelitas de Estepona. Con el tiempo, nuevas Juntas de Gobierno asumieron responsabilidades y continuaron el legado con nuevos proyectos como renovar los tronos, las túnicas y las vestimentas.
El compromiso con la caridad y la fraternidad impulsó iniciativas, como el traslado de los titulares en el Viernes de Dolores y la procesión del Cristo Resucitado del Domingo de Resurrección, además de atraer nuevos miembros a la Hermandad. Con Ana Vera, como nueva Hermana Mayor, la Hermandad sigue adelante orgullosa de su identidad cristiana y compromiso social, consciente de que llevar su medalla implica una responsabilidad y un compromiso profundo.
